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Camino de sangre

Con mi sangre escribo el diario  del camino que inventé al tropezar. En cada herida, una pluma, para cuando ya no pueda andar. La mente se me acelera al correr, el corazón me grita que pare No puedo más,  necesito aire...  Sin puntos, comas ni espacios, no hay respiros, no hay paradas. Dejo algo en cada aliento y aun así no pierdo nada. Intento desengancharme de esa mierda pero estoy a punto de desistir. Siento que me quemo por dentro, el fuego reina en mi. Como si no existiera un ayer, quemo cada pagina que he escrito, y guardo ese recuerdo en mis pulmones. Lo liberaré con mi último expiro. Casi lo he conseguido. Ya no soy aire, ya no soy fuego. Tengo lo que quería,  por fin, soy parte del suelo.

Amor en retrospectiva

No sé si me sentí cuidada, no se si me sentí querida, solo me siento engañada, y se extiende en retrospectiva.

Tú.

Tú, y tu forma de reir y llorar al unísono. Porque te hace gracia lo triste que puedes llegar a estar. Tú, y el descaro con el que te miras en los escaparates. Me hace sonreir tu deslumbrante seguridad. Tú, y tu forma de hacerte pequeña ante un gran problema. Fingiendo que si no lo ves, no te podrá encontrar. Tú, con tus contradicciones. Con tus cambios de opinión. Tú, con tus ataques de celos. Con tus neuras disparatadas. Con tus teorias descabelladas. Tú, con todas tus locuras. Tú. Eres perfecta. Nunca lo olvides.

Cosas inútiles

Un día más limpiando mi habitación, un día más sin limpiar nada. Revisando cada cajón, caja y lapicero, con la bolsa vacía que de nuevo me acompaña. Siempre he odiado almacenar cosas inútiles, pero jamás me permitiría tirar un "por si acaso". Guardo lápices que usaba en primaria, "por sí acaso" necesito ese color al dibujar. Tengo una caja llena de gomas rotas, "por si acaso" algún día no tengo con qué borrar. Mis estanterías están llenas de apuntes viejos, "por si acaso" los necesito para estudiar. Cajones llenos de bocetos sin acabar, frases que nunca llegaron a ser poema, libros que no creo que vuelva a leer, ropa que dudo que alguna vez llegase a usar... Siempre he odiado almacenar cosas inútiles, pero jamás me permitiría tirar un "por si acaso". Así que...¿porqué no voy a ser capaz de guardarlo? En mi "caja de recuerdos" está mi "por si acaso" más inútil. Mi corazón roto, junto con una b

Madriguera

Reina la negrura y el misterio. Encerrada en mi viejo escondite, me oculto de la luz que me ciega. Claridad que derrite mis pupilas y permite que las ideas se escapen por las cuencas de mis ojos, como  el agua por un grifo abierto. Huyo de todo, como siempre. Siempre he valorado los espacios pequeños, porque es imposible que haya demasiada gente en ellos. Por lo general suelen ser lugares solitarios, y dios sabe cuanto amo la soledad. Desde niña, llevo sintiéndome como un pequeño ratoncito, de hábitos nocturnos y ojos grandes. Preparado para vivir a pesar de estar continuamente al acecho de la muerte. Adoro como mis pupilas se dilatan por la ausencia de fulgor al entrar en una habitación.  Es una reacción similar a enamorarse, solo que te ahorras todo el dolor innecesario. Con los auriculares puestos y la música al máximo cierro los ojos y comienzo a perderme en mi mente, hasta que logro olvidar mi cuerpo y dejo de sentirlo. Ya solo importo yo, mis pensamientos, mis mi

Nada.

Da cuatro pasos al frente luego gira a la izquierda, cruza la primera puerta que encuentres y ahí estará. No es nada. No es nada para nadie que no sea yo, porque para mi eres tú. Ahí guardabas toda tu vida como era, caóticamente ordenada. Levanta la cabeza y mira. ¿Qué ves? Nada. No hay nada, porque ya no estás. Y el vacío es ahora el que lo llena todo. No hay nada. No queda nada salvo tu recuerdo y las lágrimas que provoca. Sigo sin poder hablar de ti, porque sigo sin creerme que no estés. Ahora siéntate. Mira atentamente aquel cuarto de baño convertido en almacén en el que no se guarda nada. No sientes nada. No tienes nada que sentir. Para ti es solo una habitación vacía. Y tienes razón. Está vacía, como yo, como mi vida sin ti. El espejo no refleja nada, las bombillas no dan luz, en los papeles se borró la tinta, y no queda tabaco en las estanterías. Ya no hay nada. No estás. Ni tú, ni tu apoyo. Ni tú voz, ni tu forma de quer

Anónimo

¿Porqué he de incinerar el fuego? Apagar su llama. Confundir sus cenizas con palabras. ¿Qué me pasa? Nada. ¿Qué siento? Todo. Qué más da lo que sienta. Si lo siento y no tiene nombre, ¿porqué he de dárselo? Día nº 31 5. Palabra del día : Ósculo. Definición : Beso. Frase : "Aquel ósculo, tan erróneamente perfecto." Conclusión : Nada.

El lenguaje mató el amor.

Hemos condenado al más grande de los sentimientos, encerrandolo en una cárcel de palabras. Damos nuestra propia definición, personal y subjetiva. Nos dejamos llevar por nuestras experiencias, nuestra educación, nuestro estado de ánimo y miles de factores más.  Para mi, el a mor  es ver cómo tu camino cambia, tu futuro, incluso tus deseos (todo aquello que juraste no cambiar) y que no te de miedo. Pero igual que yo, diversos autores, poetas, artistas y filósofos han tratado de definir el  amor, con ideas románticas que apenas se aproximan a la verdad. Para  Ninon de l´ Enclos,  es una pieza de teatro en la que los actos son muy cortos y los entreactos, muy largos, y  para Aristóteles,  el  amor  se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos.  Todo el mundo tiene su propia descripción, más o menos concreta de lo que es este sentimiento deplorable.  Cambiamos su máscara de hierro adaptándola a lo que nos viene mejor. No hay mosqueteros que salven al amor... Y lo horr